Comentario
Profundos cambios experimentó el mundo islámico desde el siglo XIII, apareciendo nuevos espacios de poder con la desintegración del Imperio mongol o el Imperio almohade. Serán los turcos quienes consigan mayor auge con su expansión por los Balcanes y Asia Menor a costa del Imperio Bizantino que vive sus últimos momentos en permanente crisis.
Las rutas navales y puertos del próximo Oriente y norte de África serán controlados por los mercaderes occidentales -venecianos, genoveses, catalanes y provenzales- en los siglos XIV y XV. Por otra parte, en la Baja Edad Media será general la idea de que una conquista o presión militar, mediante la cruzada, sería inevitable y previa para abrir paso a la Misión, aunque ésta se atuviera a los procedimientos recomendados por los autores del siglo XIII: uso del árabe y de otras lenguas vernáculas en la predicación y el rezo, adaptación a las costumbres locales, formación de misioneros nativos, etc. Pero las posibilidades de cruzada fueron escasas en los siglos bajomedievales en Oriente mientras que en la Península Ibérica los resultados fueron exitosos con la recuperación de Granada.